viernes, 2 de noviembre de 2018

Yo, Claudio


    Novela histórica “relatada” en primera persona por Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico, contando su propia vida y los aspectos relevantes de su época en Roma. Comienza durante el gobierno de Augusto, primer emperador romano, donde desde el inicio se ven la corrupción, codicia, intrigas y ansias de poder de distintos personajes cercanos al "Cesar", en tanto Claudio es dejado de lado por su familia, por sus limitaciones físicas y por ser considerado un tonto. Tras muchos años de Augusto en el poder (41), a su muerte lo sucede Tiberio. Durante este periodo, los vicios en la cúpula romana se van acentuando a la vez que la tiranía del emperador va aumentando. Hasta finalmente llegar al gobierno de Calígula, un emperador muy recordado en la historia romana pero no precisamente por haber realizado una buena gestión.
      A lo largo de narración se nos muestra la sociedad romana, con sus grandes obras de ingeniería civil, sus conquistas militares, las divisiones sociales y las intrigas por el poder. También se observa la corrupción y la ambición constante de los romanos, aspirando a mejorar su fortuna, a obtener favores para sí o sus familias sin reparar en que es lo mejor para el Imperio. Sin dudas, el poder con el que contaba Roma, residiendo gran parte en sus legiones, permitió que el imperio resistiera durante siglos, pese a la corrupción o la dirigencia negligente de ocasionales emperadores.
      Entre los grandes diálogos que encontramos a lo largo de las páginas, destacan (a gusto personal) las siguientes:
·        “Jamás recuerdes a la gente los servicios que le has hecho en el pasado. Si son hombres agradecidos y honorables, no necesitarán recordatorio alguno, y si son desagradecidos y deshonestos, el recordatorio será inútil”.
·        “Sólo la virtud puede conservar la libertad. La maldad de la tiranía consiste en que desalienta la virtud. La tiranía enseña la adulación y los bajos temores. Bajo una tiranía somos pajas en el viento del capricho”.
     Una excelente novela de Robert Graves para conocer más aspectos de la ciudad eterna y como fueron los primeros años de uno de los Imperios más importantes de la historia.




martes, 23 de octubre de 2018

Un Mundo Feliz


En este clásico de la literatura del siglo XX, Aldous Huxley realiza un relato sobre una futura sociedad distópica, en la cual los sentimientos de amor, amistad, felicidad, tristeza, dolor, esperanza, son eliminados de las personas y reemplazados por la satisfacción inmediata de cualquier tipo de deseo mundano (bienes, comodidades, entretenimientos). Desde antes de su nacimiento (completamente artificial para eliminar vínculos familiares) las personas son “acondicionadas” para que al crecer sean de una determinada manera, tanto física como psíquica, de acuerdo a la clase social a la que han de pertenecer. Además, como medio de control a las personas y sus reacciones ante emociones que no están bien vistas (ninguna que implique la posibilidad de generar vínculos afectivos o que haga pensar al individuo) se les suministra a cada uno de los ciudadanos su ración de “soma”, una droga que genera sensación de bienestar y despreocupación, adormeciendo la mente.

A este mundo llega John, proveniente de una sociedad considerada salvaje y arcaica, teniendo una primera gran impresión de su nuevo “hogar”. Pero John no se encuentra “acondicionado” a esta forma de vida ni acepta el “soma” como remedio para sus sentimientos, lo que va generando que su malestar y desagrado crezcan, como así el rechazo hacia él por parte de los demás miembros de la sociedad.

Nos encontramos con una cruda descripción de la "civilización" hecha, con aguda visión, por Huxley en 1932, la cual refleja con grandes aciertos muchas de las circunstancias de la sociedad actual. 

A título personal, puedo decir que se trata de uno de los libros que más me ha gustado, del cual rescato las siguientes grandes freses:

  •           “Las palabras pueden llegar a ser como los rayos X, que atraviesan cualquier cosa, si uno las emplea adecuadamente”;
  •            “Prefiero ser yo mismo, yo y desdichado, antes que cualquier otro y alegre”;
De las cuales, además de su simpleza, me admiraron su veracidad y profundidad. Sin dudas, se trata de un libro que además de disfrutar de su lectura, nos hace reflexionar seriamente sobre la sociedad en la que vivimos y hacia la que nos dirigimos.